lunes, junio 27, 2005

boato

En su biografía de la reina Juana la Loca, Manuel Fernández Álvarez nos cuenta que el muy francófilo Felipe el Hermoso había quedado “deslumbrado por el boato de la Corte de Luis XII”. En latín, boātus era “grito” o “alboroto”.

En español tiene hoy día la acepción de “ostentación en el porte exterior” (DRAE). En el mundo contemporáneo las fiestas con boato no se limitan a la realeza puesto que hay quienes hablan de la “pompa y boato” del Kremlin así como de la Casa Blanca. Hoy día tampoco se limita su uso a los políticos puesto que también se pueden celebrar con boato fiestas de cumpleaños y aniversarios.