lunes, noviembre 06, 2006

piragüeros y piragüistas

Se cuenta que varios pueblos autóctonas de las Américas quedaron sumamente intrigados al ver las naves españolas, tanto así que algunos no podían verlas y otros pensaron que sus velas eran nubes. Sin embargo, los caribes contaban con canoas capaces de viajar por el Mar Caribe. Las llamaban “piraguas”. Según nos cuenta Robiou Lamarche en su libro Taínos y Caribes, la piragua podía llevar hasta 60 guerreros (p. 190).

Por razones que desconozco, en Puerto Rico “piragua” se convirtió en un refresco muy popular que todavía se puede disfrutar en las esquinas del Viejo San Juan y otros lugares. Consiste de hielo rallado al que se le añade algún jugo (tamarindo, fresa, etc.). Piragüero es el que vende piraguas.

Luz Nereida Pérez, en hablemos español (San Juan, 1998, 5ª ed., p. 34) lamenta que el DRAE (1992) diga que al hielo “rallado” se le añade un “jarabe”, como si se tratara de algún medicamento, quizás hasta nocivo al paladar. La RAE parece haberla escuchado pues en su edición de 2001 ha corregido la acepción puertorriqueña a simplemente “refresco granizado”.

Por “granizado” entendemos, “dicho de un refresco: Hecho con hielo finamente desmenuzado, al que se agrega alguna esencia, jugo de fruta o bebida alcohólica. Café, limón granizado” (DRAE 2001).

Esta misma 22ª edición del DRAE nos recuerda que piragüero, piragüera, es la persona que vende piraguas, mientras que piragüista es el “Deportista que tripula o forma parte de la tripulación de una piragua”.